Durante el tiempo de Adviento y Navidad en 2014, Luz Frye, miembro de la congregación, utilizó su habilidad artística para interpretar semanalmente los temas del culto y las lecciones de la Sagrada Escritura.
Luz tenía conocimiento previo de los pasajes bíblicos para poder enfocar adecuadamente su pintura cada semana. A través de este proceso Luz estaba a la disposición del Espíritu Santo y dijo que con frecuencia empezaba en una dirección y luego sentía al Señor guiándola en otra.
Cada semana durante el culto Luz transformó un lienzo en una obra de arte en frente de la congregación. En una de las semanas, la congregación tuvo la oportunidad de ayudar a pintar la obra imprimiendo en ésta sus propias huellas digitales. Durante la semana, una vez en su casa, Luz refinaba y finalizaba su pintura, regresando al siguiente domingo con una obra terminada y el próximo lienzo en blanco.
De noviembre 30 a enero 4 Luz repitió el proceso para un total de seis pinturas, mostradas aquí junto con la Escritura, resaltando el énfasis dado en cada una
(Traducciones proporcionadas por Biblegateway.com.)
- 30 noviembre 2014 – Efesios 6:10-23
- 7 diciembre 2014 – Marcos 1:1-8
- 14 diciembre 2014 – Lucas 1:26-38
- 21 diciembre 2014 – Isaías 61:1-11
- 28 diciembre 2014 – Lucas 2:22-40
- 4 enero 2015 – Mateo 2:1-12
30 noviembre 2014
Efesios 6:10-23
Nueva Versión Internacional (NVI)
La armadura de Dios
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.
Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas. Oren para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo.
Saludos finales
Nuestro querido hermano Tíquico, fiel servidor en el Señor, les contará todo, para que también ustedes sepan cómo me va y qué estoy haciendo. Lo envío a ustedes precisamente para que sepan cómo estamos y para que cobren ánimo.
Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les concedan paz, amor y fe a los hermanos.
7 diciembre 2014
Marcos 1:1-8
Nueva Versión Internacional (NVI)
Juan el Bautista prepara el camino
Comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios.
Sucedió como está escrito en el profeta Isaías:
“Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino.“
“Voz de uno que grita en el desierto:
‘Preparen el camino del Señor,
háganle sendas derechas.’ ”
Así se presentó Juan, bautizando en el desierto y predicando el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados. Toda la gente de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén acudía a él. Cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán. La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello. Llevaba puesto un cinturón de cuero, y comía langostas y miel silvestre. Predicaba de esta manera: “Después de mí viene uno más poderoso que yo; ni siquiera merezco agacharme para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo.”
14 diciembre 2014
Lucas 1:26-38
Nueva Versión Internacional (NVI)
Anuncio del nacimiento de Jesús
A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo:
—¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.
Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo.
—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.
—¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?
—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible.
—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.
Con esto, el ángel la dejó.
21 diciembre 2014
Isaías 61:1-11
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Salvación de Jerusalén
El Señor DIOS ha puesto su Espíritu en mí
porque el SEÑOR me ungió con aceite
para anunciar las buenas noticias a los pobres.
Me ha enviado a sanar a los afligidos,
a anunciar liberación a los prisioneros
y libertad a los presos.
Me eligió para anunciar el año en que el SEÑOR se mostrará favorable
y el día en que nuestro Dios se vengará.
Me eligió también para consolar a todos los que están tristes,
para darle al pueblo afligido de Sion
una corona
en vez de cenizas,
aceite de alegría
en vez de luto,
vestido de alabanza
en vez de espíritu triste.
Ellos serán llamados robles de justicia,
la planta gloriosa del SEÑOR.
“Porque yo, el SEÑOR, amo la justicia
y odio el robo y la maldad.
Les daré fielmente su recompensa
y haré un pacto eterno con ellos.
Sus descendientes serán reconocidos en las naciones
y sus hijos entre los pueblos.
Todos los que los vean reconocerán
que son un pueblo bendecido por el SEÑOR.”
Por causa del SEÑOR me alegro mucho
y todo mi ser se llena de felicidad.
Porque me ha vestido de salvación
y me ha puesto una capa de libertad.
Quedé como un novio vestido para la boda
o como una novia adornada con sus joyas.
Porque así como crecen las plantas en la tierra
y brotan las semillas en un jardín,
así el Señor DIOS hará que brote justicia salvadora
y alabanza delante de todas las naciones.
28 diciembre 2014
Lucas 2:22-40
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Más tarde, pasados ya los días de la purificación prescrita por la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor, cumpliendo así lo que dispone la ley del Señor: Todo primogénito varón ha de ser consagrado al Señor, y para ofrecer al mismo tiempo el sacrificio prescrito por la ley del Señor: una pareja de tórtolas o dos pichones.
Por aquel entonces vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso que esperaba la liberación de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón y le había hecho saber que no moriría antes de haber visto al Mesías enviado por el Señor. Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al Templo cuando los padres del niño Jesús llevaban a su hijo para hacer con él lo que ordenaba la ley. Y tomando al niño en brazos, alabó a Dios diciendo:
Ahora, Señor, ya puedo morir en paz,
porque has cumplido tu promesa.
Con mis propios ojos he visto
la salvación que nos envías
y que has preparado
a la vista de todos los pueblos:
luz que se manifiesta a las naciones,
y gloria de tu pueblo Israel.
Los padres de Jesús estaban asombrados de lo que Simeón decía acerca del niño. 34 Simeón los bendijo y anunció a María, la madre del niño:
— Mira, este niño va a ser causa en Israel de que muchos caigan y otros muchos se levanten. Será también signo de contradicción puesto para descubrir los pensamientos más íntimos de mucha gente. En cuanto a ti, una espada te atravesará el corazón.
Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana que en su juventud había estado casada siete años, y permaneció luego viuda hasta los ochenta y cuatro años de edad. Ahora no se apartaba del Templo, sirviendo al Señor día y noche con ayunos y oraciones. Se presentó, pues, Ana en aquel mismo momento alabando a Dios y hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Después de haber cumplido todos los preceptos de la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su pueblo, Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose; estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios.
4 enero 2015
Mateo 2:1-12
Nueva Versión Internacional (NVI)
Visita de los sabios
Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.
—¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.
Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. Así que convocó de entre el pueblo a todos los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
—En Belén de Judea —le respondieron—, porque esto es lo que ha escrito el profeta:
“Pero tú, Belén, en la tierra de Judá,
de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá;
porque de ti saldrá un príncipe
que será el pastor de mi pueblo Israel.”
Luego Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Los envió a Belén y les dijo:
—Vayan e infórmense bien de ese niño y, tan pronto como lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore.
Después de oír al rey, siguieron su camino, y sucedió que la estrella que habían visto levantarse iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra. Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.